miércoles, 1 de mayo de 2013

Ejemplo vivo.


EJEMPLO VIVO (La coherencia).

Preocupa a todo padre de familia educar a los hijos. Se ha vuelto algo no exclusivo de la escuela, implica el carácter, los valores y el sentido de humanidad que aún dentro de la propia familia. No en todos los hogares hay hijos delincuentes, pero es indudable que la línea entre lo correcto e incorrecto es cada vez más borrosa en esta sociedad. ¿Puede establecerse un fundamento sólido sobre el cual educar a nuestros hijos?, ¿La sola razón, es base suficiente para crear ese fundamento?, y más relevante resulta la pregunta ¿Podemos trasmitir ese fundamento no solo con argumentos, sino con un ejemplo vivo y poderoso?
Un ejemplo de incoherencia en la educación de los hijos, es el que tiene que ver con conductas malas que practican los padres y que con solas razones quieren convencer a los hijos de no hacerlas. Causan una reacción de rebeldía en los hijos, ¿Por qué tu sí y yo no? Preguntan, y la inadecuada respuesta es “Porque yo soy tu padre/madre”, causando aún más aversión por la figura paterna o materna. Quisiera compartir con usted, la postura de la Biblia; primeramente exponiendo el caso de un padre de familia que produjo un cambio radical en su casa:
San Lucas (Cap. 19:1-10), relata la historia de un hombre llamado Zaqueo, que trabajaba en la tesorería del estado y era corrupto como cualquier cobrador de impuestos de su época, sin embargo, este hombre manifestó la voluntad de buscar a Jesús, y sin hacer caso del ridículo sube a un árbol para ver a Jesús, Jesús lo vió y le dijo que irá a comer con él a su casa, y este importante encuentro lleva al hombre a decidir creer en Cristo, y tomar decisiones evidenciando arrepentimiento, al decir “Señor, he aquí la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuatro veces”. No se menciona que dijo Jesús para que tomara estas decisiones, pero no hace falta porque todo lo necesario para tomar decisiones acordes con la voluntad de Dios está en el resto del evangelio; lo que si dice Jesús son las siguientes importantes palabras “HOY HA VENIDO LA SALVACIÓN A ESTA CASA…”
El mensaje es claro, el primer paso para tener COHERENCIA y trasmitir un fundamento sólido a los hijos, no es una serie de “razones para comportarse adecuadamente”, sino arrepentirnos de nuestras faltas y comenzar a obedecer las enseñanzas de nuestro Señor Jesús, lo que implica un cambio de entendimiento respecto de la moral y religión contemporáneas, que se basan en costumbres, ritos y opiniones de “expertos”, hay que acudir a depositar la confianza en Cristo para el perdón de nuestra faltas y para reencaminar la perspectiva de la vida conforme a la palabra de Dios.
Lo anterior, nos lleva al problema de establecer bases para un conjunto de conductas que reflejen ese arrepentimiento, ¿Cómo alcanzar la COHERENCIA entre lo que la biblia dice que debo hacer y mis actos? Otra vez, la clave está en confiar en Dios, San Pablo, con todo y que era Apóstol de la Iglesia Cristiana, llegó a exclamar “miserable de mí, ¿Quién me librará de mis propios impulsos?” (Rom. 7:24) pero la clave la da él mismo al decir (Rom. 8:6) “Porque el ocuparse de los impulsos carnales es mortal, pero el ocuparse de la comunión con el Espíritu de Dios es vida y paz”.
San Juan Bautista, predicaba el arrepentimiento para el perdón de pecados, y decía “Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él (Jesús) os bautizará con Espíritu Santo”. (Marcos 1:8); es ocuparse de las cosas de Dios lo que permitirá que Él mismo con su poder y sabiduría vaya modelando nuestro carácter hasta hacer de nosotros personas COHERENTES con Dios, por eso San Pablo dice: “... ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. (Rom. 8:1-2). La COHERENCIA basada o fundamentada en el poder de Dios que obra en aquellos que se ocupan de buscarle, creerle y disponerse a obedecer su voluntad es una COHERENCIA basada en la obra de Dios mismo en el carácter humano, Jesús dijo: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.  Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”. (Juan 7:38,39). El Espíritu de Dios se encarga de formar en los creyentes el carácter y la manera de ser de Cristo, “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. (2ª Co. 3:18).

Arrepintámonos y volvamos al Señor, el traerá para nosotros el poder de vivir en la realidad, para nosotros y para los nuestros.

Como niños?


Ayer  fue día del niño en México, es preocupante como el ejemplo que puso Jesús ante sus discípulos diciendo: “Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”, hoy día pudiera parecer NO RELEVANTE.

La sociedad, los medios y los estándares de la expectativa humana, tienden a “madurar” a los niños, causando una adolescencia prematura, y además en muchos casos una fijación permanente a esa adolescencia durante la vida psicológica adulta.

Vemos como hoy día los niños son arrojados a la violencia, sexo, abuso de sustancias, la indisciplina y todo lo necesario para ser delincuentes; y no solo en las comunidades criminales, sino en casa, en la escuela y en los parques públicos, a través del ejemplo de los padres, los medios y el tan marcado individualismo que se ha fomentado en estos días.

Pero… ¿sigue siendo un niño ejemplo de humildad, de confianza, y de fe? La respuesta es sí.

Se requiere mucha humildad para aceptar el injusto modelo de “maduración” prematura que se está imponiendo a los niños; se requiere ser traicionado en la confianza cuando se pide a los niños confiar en los adultos que están obrando mal, y una fe ciega…

Precisamente, este es el punto, Jesús dijo, que si un ciego guía a otro ciego ambos caerían en el pozo; es tiempo de andar en la luz como Cristo nos llamó a andar, entonces encontraremos que todavía son relevantes las palabras del Maestro, será un bien para nosotros y para nuestros hijos, hermanos, sobrinos, etc;