Introducción: Como establecimos anteriormente, la llave
de una teología veterotestamentaria cristiana es el conocimiento de Dios y este
se cierne sobre Cristo; hemos visto la iniciativa del Dios misericordioso para
tender su gracia al hombre perdido; este aspecto lo denominamos “historia de la
salvación”, para poder hacer un entendimiento sistemático de esta historia, el
reto es establecer un tema común que englobe toda la historia de la salvación.
Vimos el pacto y el reino como
acercamientos teológicos al A.T. donde se revela un Dios que desea tener
comunión con su creación, que cumple un plan, y en el que el pueblo se aparta
de Dios, pero Él se muestra misericordioso para con su creación y traza una
senda de renovación del pacto y siempre ha querido instaurar un reino
primeramente de naturaleza espiritual.
LA INTEGRACIÓN.
Es increíblemente vasta la
cantidad de perspectivas desde las que se puede presentar la teología
veterotestamentaria aplicada a la doctrina cristiana, el pacto y el reino, son
las más socorridas en la historia de la Iglesia, sin embargo, debemos atender a
que el sacerdocio por ejemplo en sus rituales, prácticas y personas que lo
conforman son las sombras de la realidad teológica del carácter y plan de Dios
en el mundo; en los modelos teológicos estudiados aquí, vemos un patrón
específico:
Dios quiere tener comunión con su
creación, este es el estado original de las cosas, la semejanza divina
reflejada en el hombre es precisamente la posibilidad de establecer una
relación personal con Dios; el da lineamientos sobre cómo vivir una vida santa
a fin de no ser separados de él, pero el ser humano, debido a su imperfección
no puede sino pecar; por lo que su plan desde el principio es producir en el
hombre el carácter de Dios mismo a través de algo mejor que la ley, las
instituciones humanas, los lugares santos, y los simbolismos religiosos, esto
es, a través de Él mismo.
Por eso el mejor modelo para
teología bíblica es el de LA RELACIÓN, en el texto veterotestamentario, hay
casos muy específicos sobre los que nos podemos centrar para verificar esta
hipótesis que estamos prontos a validar:
GENERALIDADES:
El tema más importante de la
Teología Bíblica como ya dijimos es “la relación con Dios”, no como un
ejercicio intelectual, sino como una experiencia de relación; Gen 15:6, 2ª Cro.
20:7, Is. 41:8. La fe de Abraham, es su obra más importante y responde a una
sola motivación אָבהַ amor,
la palabra “amigo” o amado, se encuentra 209 veces en el A.T., de las cuales, el
nombre “amigo” sufijado por el pronombre “tuyo” solo aparece una vez “tu amigo”
en 2ª. Cro. 20:7, lo cual nos muestra la idea de intimidad con Dios. En N.T. la
carta de Santiago 2:23 embona ambas citas para mostrar los motivos de la gracia
en relación a la fe nacida de esta relación de amor puro.
En la experiencia de David, la
salvación es revelada, a quien tiene intimidad (ס֣וֹד
secreto) con Dios y esta es resultado del temor de Jehová (la
obediencia); en Sal. 25:14 y Prov. 3:32. El salmo citado está plagado de
conceptos teológicos puramente cristianos; como el perdón de pecados, la
gracia, la fe, la obediencia y el camino de Dios. David es descrito como un
“hombre conforme al corazón” de Dios; y esta denominación se hace en contraste
con el carácter de Saúl, (aunque Dios mismo llama sanguinario a David) por lo
que se pone en evidencia que la relación de confianza entre David y Dios es la
pauta para interpretar la voluntad de Dios en cuanto a su plan general, tener
comunión con el hombre, y el sello de este pacto es la obediencia nacida de esa
fe. La explicación del N.T. sobre la evidencia de esa revelación de intimidad
es Mr. 12:36 – 38, que habla de un David inspirado por el Espíritu de Dios.
En la teología del pacto, como ya
señalamos este es útil para mantener un fin último de Dios, que es precisamente
tener comunión con el creador, la sangre del pacto representa una ofrenda que se
da para obtener la gracia del soberano, y para participar de la convivencia con
él. El arca representa esa presencia de Dios en medio de la humanidad y las
tablas de la ley su carácter SANTO – santificador. Una vez más todos los
elementos de una teología cristiana prefigurada están presentes.
En la teología del reino eterno,
una vez más se denota que el dominio humano no es un fin en sí, sino la
consecuencia de una relación con Dios, poner en orden el mundo, es volver al
plan original de Dios, el tener comunión con su creación. El concepto de Rey –
Salvador – Sacerdote (Mesías), cuyo trono es eterno y su liberación no es
política sino del pecado, apunta a la reconstrucción de la relación de Dios con
el hombre. Y el sello de ese reino, su poder no es otro que el de la propia
presencia de Dios, el es el templo y el arca, su Espíritu SANTO – santificador.
Podemos citar muchos otros casos
en que se determina que la RELACIÓN (conocimiento personal e íntimo) CON DIOS
es el tema unificador de ambos testamentos; en el A.T. el Génesis empieza a
contar la historia de un Dios creador y amoroso que entabla relación íntima con
una humanidad sin pecado; y termina en el N.T. con un Dios amoroso fiel y
justo, que entabla una relación íntima y eterna con una humanidad liberada del
pecado. Esta es la teología bíblica.
PALABRAS FINALES:
Hay muchos aspectos propios de
una teología formal que no se tocaron en este curso, debida la brevedad del
mismo, por ejemplo la hamarterología en Génesis es apasionante, el aspecto del
Mesías – profeta, es verdaderamente importante, pero por desgracia solo hubo
tiempo para un sorbete de teología al derredor de los modelos más populares de
la Teología veterotestamentaria, que muchas veces son mal interpretados y peor
aún, mal aplicados; pero se exhorta a no cejar de buscar a Cristo y
su plan de salvación en el A.T. desde las perspectivas que se plantearon aquí.
Dios les bendiga.